Las floristas y las portadoras de anillos son sin duda los miembros más lindos de una boda. Pero lograr que un niño pequeño camine hacia el altar sin lágrimas ni rabietas parece imposible. Desde la perspectiva de los niños, se les pide que usen ropa formal, caminen por un sendero y esparzan pétalos o carguen una almohada, todo mientras decenas de personas los miran y fotografian. ¿Podemos culparlos por sentirse un poco abrumados? Por lo tanto, debemos pensar en algunas formas sencillas de ayudar a estos jóvenes asistentes a desempeñar sus importantes papeles en el gran día.
La práctica hace la perfección: antes de la ceremonia, haga que la florista y el portador del anillo practiquen su entrada varias veces, lo más cerca posible del momento real de la ceremonia de la boda. Depender de sólo uno o dos ensayos antes de la ceremonia formal puede no ser suficiente para que los niños pequeños recuerden el proceso. La práctica suficiente hará que la florista y la portadora del anillo se sientan más cómodas y seguras.
Cree una atmósfera relajada: la mayoría de las floristas y portadores de anillos tienen entre tres y ocho años. Los niños pequeños a menudo no entienden qué es una ceremonia de boda y no ocultan sus emociones. Si está reclutando a un niño pequeño como parte de su ceremonia de boda, considere que uno de sus padres o ambos lo acompañen hasta el altar. Los niños pequeños se sienten más naturales y cómodos cuando están con un adulto de confianza. De manera similar, si el portador del anillo y la florista se conocen, permítales jugar juntos, ya que esto puede evitar que se sientan nerviosos o hagan berrinches.
Acorte las tareas: Es posible que la capacidad de atención de los niños no sea lo suficientemente larga, por lo que es importante controlar la longitud del pasillo. Considere hacer que caminen sólo la mitad de la distancia y reduzca las tareas que deben realizar.
Para los niños mayores de cuatro años, intente enfatizar la importancia de su papel en la boda. Comprender la singularidad de su trabajo los alentará a hacerlo bien. Haz que se sientan como pequeños héroes salvando el mundo, como sus personajes de dibujos animados favoritos. Ayúdalos a disfrutar y comprender el significado de su papel en un evento tan importante. Cuanto más ansian caminar hacia el altar, más probabilidades hay de que disfruten la tarea y se comprometan plenamente en ella. También puede tener una conversación con los padres del niño antes de la boda, permitiéndoles informarle sobre el "trabajo especial" que realizarán en los días previos a la ceremonia.
Elija vestimenta cómoda: asegúrese de que las floristas y los portadores de anillos estén vestidos cómodamente. Evite las telas que pican, la ropa demasiado ajustada o demasiado grande y los zapatos inapropiados.
Deles una tarea: Asigne a las floristas y a los portadores de anillos una tarea especial, como sostener un cartel o una canasta de flores. Esto les dará un sentido de propósito y los hará sentir importantes.
Ofrezca golosinas a los niños: Los niños de todas las edades no pueden resistirse a un pequeño soborno. Seamos realistas, a veces es difícil predecir cómo se comportarán los niños pequeños. Considere ofrecer pequeñas recompensas o refrigerios para motivarlos a caminar con confianza hacia el altar. Si está trabajando con niños pequeños, invite a sus padres o miembros del cortejo nupcial a organizar una pequeña fiesta de refrigerio para los niños antes de caminar por el pasillo. Si trabaja con niños mayores, los padres pueden prometerles después de la boda el juguete tan esperado si se portan bien durante la procesión.
Permita un tiempo de descanso adecuado: La falta de familiaridad y el ritmo rápido de una boda pueden agotar rápidamente a los niños y alterar sus rutinas diarias. Asegúrese de que tengan suficiente tiempo de descanso durante el día. Si desea agregar tareas adicionales para los niños antes o después de la ceremonia, como tomar fotos familiares, es especialmente importante que descansen lo suficiente.
Prepare planes de respaldo: incluso con práctica y preparación, las cosas aún pueden salir mal. Tenga planes de respaldo listos para las floristas y portadores de anillos en caso de que se pongan nerviosos o decidan no caminar hacia el altar. Busque reemplazos adecuados entre las damas de honor, los padrinos de boda o amigos y familiares de confianza. Alternativamente, si hay otros niños presentes, pueden intervenir como sustitutos de las floristas o portadores de anillos durante la ceremonia.